miércoles, 29 de agosto de 2012

La presencia de Dios en cada ser humano. (II)





Cada ser humano debe saber que él es el único modulador de su mundo y copartícipe de formular los de los otros, por medio de sus sentimientos, pensamientos y actos. De esta manera nunca debemos olvidar nuestro deber permanente de cargar la mente, el cuerpo, el hogar, el mundo y toda actividad con el AMOR de YO SOY y el propio mundo se convertirá en Edén.
Es necesario practicar la concentración durante cinco minutos cada vez; en estos momentos se debe acallar lo externo o cerrar la puerta de nuestra habitación como enseña Jesús. Es decir, acallar nuestra mente, cerrar nuestro sentidos a todo lo externo para que nada nos distraiga; ir hacia nuestro interior y meditar en silencio. Luego llamar a “YO SOY LA PRESENCIA DE DIOS EN ACCIÓN” y todo deseo constructivo se realiza como por “magia”. La meditación durante los cinco minutos debe ser como invocación de la mente personal objetiva a YO SOY  y la afirmación será como la respuesta de YO SOY a la invocación. Ejemplo: tú quieres ayudar a un vecin@ discordante, entonces precede de la siguiente manera.
1.- Piensa que ese tu vecino/a es un persona justa, recta y honrada.
2.- Siéntate con tu espalda recta pero sin tensionarla, que no sea una postura forzada y con tus piernas abiertas y tus pies descalzos tocando el suelo. Aspira lentamente por la nariz contando mentalmente hasta ocho palpitaciones de tu corazón.  Retén el aliento contando mentalmente hasta cuatro segundos o contando mentalmente hasta cuatro palpitaciones de tu corazón. Exhala el aire lentamente hasta vaciar totalmente tus  pulmones. Retén tus pulmones vacíos durante cuatro segundos o contando mentalmente hasta cuatro palpitaciones de tu corazón. Todo este ejercicio respiratorio hazlo tres veces seguidas. Y a continuación:
3.-  Afirma: YO SOY el Acierto, la Calma, la Tranquilidad y el Amor en este/a  vecino/a.
Cuando un hombre dice, con pureza, “YO SOY” proyecta una especie de fuego de color violeta que consume y disuelve toda creación discordante de su aura. Es la llama de la Zarza de Orbe, la llama del Puro Amor Divino que está esperando el sentimiento y el pensamiento del hombre para convertirse, en acción dinámica, en su mente, cuerpo y aura y para limpiarle toda imperfección, y así YO SOY podrá derramar, a través de él, luz, amor y poder sin entorpecimiento.
Todo hombre  arrastra un saldo de errores a través de su larga existencia en el mundo. Con pensamientos y evocaciones discordantes, él creó, en la atmósfera que le rodea, formas nocivas, horribles y desagradables que actúa según sus índoles de vibraciones; pero por otra parte Yo Soy Dios en Acción emana siempre un fuego consumidor de toda impureza  y formas malignas (negativas) creadas por el hombre y  es a él a quien le toca aplicar la Llama del Amor Divino para destruirlas, consumir todas sus propias creaciones y purificar su mente, su cuerpo y su mundo. Este es el perdón de los pecados. Esta es la liberación de todas las limitaciones y las imperfecciones.
Cada individuo debe purificarse de sus propias creaciones mediante el amor a sus semejantes. Ningún ser puede salvarse solo, pues para salvarse tiene que salvar a los demás con él. Nadie puede escapar a la Ley del Amaos los unos a los otros. Inútiles son las iglesias, las oraciones, las religiones y las escuelas sin esta ley. Todas ellas, con sus monumentos, no pueden nivelarse con esta frase de seis palabras: “Amaos los unos a los otros”. YO SOY la Llama del Amor Divino que Purifica la Sustancia Mental, Emocional y Física; disuelve y consume en mis hermanos y en mí, todo lo imperfecto y vivifica nuestro corazón para amar como YO SOY; ama.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias a ti por visitar mi blog, cuando quieras puedes escribirme en privado a mi email: jesustomelloso54@gmail.com

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