martes, 31 de diciembre de 2019

Gracias 2019. Bienvenido 2020

El 2019 está llegando a su fin y te invito a que suspendamos, por un momento, nuestras tareas cotidianas para reflexionar sobre todo aquello que nos aconteció.
En principio, seguramente el año que se va, vino acompañado de grandes momentos y grandes retos también, pero nos quedamos con el aprendizaje de las adversidades y nos preparamos para seguir evolucionando; pero también vino cargado de sensaciones y experiencias.


viernes, 28 de junio de 2019

Fangoria A quien le importa Madrid 2010

La carta de Freud a una madre preocupada por la orientación sexual de su hijo



 Jennifer Delgado,Yahoo Noticias mié., 26 jun. 15:27 CEST 
Hubo una época, no muy distante, en la que la homosexualidad fue considerada como un trastorno mental. Y al igual que el resto de los trastornos psiquiátricos, se aplicaban diferentes tratamientos – algunos más atroces que otros – para intentar “curarla”.



La homosexualidad a través de los ojos de Freud. [Foto: Getty]
No fue hasta el 1973 que la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) decidió eliminar la homosexualidad del “Manual de Diagnóstico de los Trastornos Mentales” y condenó cualquier ley discriminatoria contra las personas por su orientación sexual.
Décadas antes, sin embargo, Sigmund Freud ya había dejado atrás esa visión prejuiciada adoptando un enfoque revolucionario para su época, una época en la que la homosexualidad era uno de los peores problemas que podía tener una persona y en la que la postura más progresista se limitaba a buscar una “cura”.
La contundente respuesta de Freud a una madre turbada por la homosexualidad de su hijo
En 1935 Sigmund Freud escribió una misiva a una madre que buscaba tratamiento para la aparente homosexualidad de su hijo. En la carta, publicada en la International Journal of Psycho-Analysis, Freud comienza preguntándose la razón por la cual la señora evita mencionar la palabra “homosexualidad”, aunque es evidente que es el tema que le preocupa. Al abordar directamente la homosexualidad evitando un lenguaje eufemístico, Freud no deja cabida a la ocultación enfermiza de la realidad, un fenómeno que a menudo termina estigmatizando y segregando lo que se pretende ignorar




Fragmento de la carta de Sigmund Freud a una madre preocupada por la homosexualidad de su hijo. [Imagen: Wikipedia]

Más adelante en la misiva, Freud no solo despatologiza la homosexualidad, sino que intenta eliminar cualquier vestigio del estigma moral que la rodea.“La homosexualidad […] no es nada de lo cual avergonzarse, no hay vicio, no hay degradación, no puede ser clasificada como una enfermedad; consideramos que es una variación de la función sexual”.
Luego añade: “Muchos individuos altamente respetables de los tiempos antiguos y modernos han sido homosexuales, varios de los hombres más grandes entre ellos Platón, Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, etc. Es una gran injusticia perseguir la homosexualidad como un crimen, y también una crueldad”.
Vale aclarar que, aunque Freud no escribió ninguna obra dedicada por completo a la homosexualidad, abordó este tema en diferentes ocasiones. En uno de sus primeros artículos, “La moral sexual cultural y la neurosis moderna” condenó la intolerancia que sufrían las personas homosexuales: “Una de las más evidentes injusticias sociales es la de que el estándar cultural exija de todas las personas la misma conducta sexual, que, fácil de observar para aquellas cuya constitución se lo permite, impone a otros los más graves sacrificios psíquicos”.
De hecho, Freud tampoco creía que el tratamiento de la homosexualidad - al menos lo que existían en su época - fueran eficaces. Lo dice directamente en la carta que envió a aquella madre preocupada y añade casi al final de la misma: “Lo que el análisis puede hacer por su hijo va en una dirección diferente. Si es infeliz, neurótico, está desgarrado por conflictos o inhibido en su vida social, el análisis puede brindarle armonía, paz mental y plena eficiencia, ya siga siendo homosexual o cambie”.
Cinco años antes, en 1930, Freud había firmado una declaración en la que se rechazaban las leyes Austro-germanas que penalizaban las relaciones homosexuales, afirmando que se trataba de una violación de los derechos humanos.
De hecho, el padre del psicoanálisis se negaba a considerar a las personas homosexuales como un grupo especial porque no creía que fuera lícito colocar etiquetas según la orientación sexual. No solo creía en una sexualidad libre sino que, aunque le confería una gran importancia, estaba convencido de que no podía convertirse en una excusa para discriminar a las personas.
Padres, ¡tomad nota! La homosexualidad no es un problema, la homofobia sí
                                      El amor auténtico es libre e incondicional. [Foto: Getty]

Apreciad@ visitante
Un año más el colectivo LGTB celebra su día en distintos lugares del mundo, pero lamentablemente sólo en aquellos países en los que les está permitido. Tal vez algunos se atrevan a hacerlo a costa de su propia integridad. Desde este espacio que es el tuyo, el mío y el de tod@s llamo una vez más a la reflexión. Señores padres, ¡tomen nota! La homosexualidad no es una enfermedad ni representa un problema en sí misma. En cambio, la homofobia sí lo es porque es la enfermedad de la ignorancia con sus consecuencias: intolerancia, agresión física y verbal, marginalización, burlas, falta de oportunidades, encarcelamiento, muerte, entre otras. Por eso si hay algo que cambiar, cambiemos la ignorancia por la SABIDURIA. Y como diría el padre Ceschi…” ¿Lo comentamos en familia?”
Que tengas una larga vida y que tu Sol brille siempre.
Jesús de los Ángeles Rodríguez Martínez

Benvolgut i benvolguda visitant

Un any més el col·lectiu LGTB celebra el seu dia en diferents llocs del món, però lamentablement només en aquells països en els quals els està permès. Tal vegada alguns s´atrevisquen a fer-ho a costa de la seua pròpia integritat. Des d´aquest espai que és el teu, el meu i el de tots i totes dic una vegada més a la reflexió. Senyors pares, prenguin nota! L´homosexualitat no és una malaltia ni representa un problema en si mateixa. En canvi, l´homofòbia sí que ho és perquè és la malaltia de la ignorància amb les seues conseqüències: intolerància, agressió física i verbal, marginalització, burles, falta d´oportunitat, empresonament, mort, entre altres. Per això si hi ha alguna cosa que canviar, canviem la ignorància per la SAVIESA.
I com diria el pare Ceschi... “El comentem en família?

Que tingues una llarga vida i que el teu Sol brille sempre

Jesús de los Ángeles Rodríguez Martínez