miércoles, 15 de agosto de 2012

De mis experiencias de vida (1)


¿Te ha sucedido alguna vez que sientes que cuando más te empeñas en “aclarar” algo ese algo más se “oscurece”? Sí, estás leyendo bien. Él se oscurece a sí mismo. Pues eso me pasó a mí. 
Desde hace varios días estuve dedicado a tratar de dar forma comprensible a las antiguas Leyes o Principios Universales pero a pesar de mi empeño, todo dentro de mí era un caos. Esto en mí se traduce en un ¡Alto! Y por experiencia se que debo quedarme en total quietud. Porque sé que la respuesta está en camino y me llega “por avenidas que ni sueño”. Hoy, martes 14 de agosto de 2012 y siendo las horas 19:35 y buscando en Internet temas de reflexión, la respuesta apareció ante mis ojos. Doy gracias al Universo por ello.
He aquí lo que encontré y comparto contigo.
“Si sembramos lechugas no podemos recoger tomates, va contra las leyes de la naturaleza. Si con nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestras acciones y nuestra palabra sembramos negatividad, no podemos recoger una vida positiva, feliz y armoniosa, va contra las leyes de la naturaleza, así de simple y así de exacto”
Manuel Esteban Bernabé Cañadas
Las Leyes o Principios Universales fueron revelados allá por el año 2000 A.C. por Hermes quien observó y redactó dichas leyes naturales. Este conjunto de enseñanzas fueron agrupadas en un libro llamado “El Kybalión”.
El universo, la vida, la naturaleza, o como deseemos calificarlos, tiene un orden, unas leyes o principios; que se conozcan o no, siempre van a estar presentes y en perfecto funcionamiento. Seamos quien seamos, vivamos donde vivamos, tengamos lo que tengamos, ocupemos la posición social que ocupemos, siempre van a actuar en nuestro favor o en nuestra contra, según actuemos conforme o contario a ellas.

Cuando actuamos a favor de ellas, las situaciones positivas se nos suceden con facilidad y es cuando decimos que somos “felices”. Pero cuando actuamos en contra de ellas tenemos el sentimiento de “infelicidad”, de que algo no va bien, de estancamiento, a tal punto de que sentimos que no avanzamos; ante cualquier objetivo que nos planteamos sentimos miedo; el avanzar día a día es un profundo pesar y no encontramos ni un resquicio de luz.
Es en este momento cuando  sufrimos, y nos regodeamos, una y otra vez, en el sufrimiento; lo pregonamos a boca llena ya que nos sentimos atrapados en una espiral de sentimientos negativos y de infortunios, que por supuesto nos hacen mal.
Para ir a favor de estas Leyes hay que conocerlas, y este es el objetivo de estas palabras. Este conocimiento es el que nos hará libre, dejaremos de victimizarnos, seremos  nosotros mismos los creadores conscientes de nuestra vida, tomaremos nosotros nuestro timón.
El fundamento de toda ciencia está en los principios sobre los que se basa, con este conocimiento puedes conocer los principios del funcionamiento sobre cómo se crea tu vida.

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