martes, 9 de octubre de 2012

3er y 4º Principios Universales (2)


¿Por qué es conveniente saber transmutar nuestros sentimientos?


Hoy día, cada uno de nosotros, estamos vibrando continuamente en un nivel dentro de la escala emocional humana; cada uno de nosotros, está transmitiendo, continuamente, en una frecuencia fija que va desde del odio absoluto hasta el amor más puro. A lo largo de esta vida, y desde el momento mismo que nacemos, y aún antes de nacer, nos hemos estado colocando en un lugar dentro de esta escala vibracional de la conciencia y las emociones. Pónganle el nombre que gusten: odio, mentira, ambición, codicia, ira, resentimiento, desprecio, carencia, enfermedad, indiferencia, celos, avaricia, bondad, bienestar, abundancia, opulencia, prosperidad, optimismo, alegría, entusiasmo, valor, confianza, salud, amor…la lista puede ser extensa. Pero sea cual sea el tipo de emoción lo real es que son frecuencias en las que cada ser humano está vibrando y transmitiendo al universo.

La sumatoria de la vibración de los siete mil  millones de individuos que integramos la humanidad está siendo infaliblemente reflejada en el exterior, en este panorama mundial actual.

Sólo basta con mirar a nuestro alrededor para confirmar lo dicho.

Por lo tanto, debería ser muy importante para cada uno de nosotros saber en qué nivel, dentro de esa escala de vibración, estamos ubicados permanentemente, porque no sólo es la vibración que estamos emitiendo continuamente al Universo, lo más importante es que es la misma vibración con la que el Universo nos está respondiendo  (Principio de Correspondencia; Principio de Causa y Efecto y Principio de Atracción sólo por citar estos tres). Estamos atrayendo hacia nosotros, irremediablemente, experiencias dentro del nivel vibracional en el que estamos emitiendo. Así que si deseamos cambiar las experiencias que estamos atrayendo hacia nuestra vida (y la naturaleza humana es la de querer cambiar siempre sus condiciones de vida), debemos cambiar la frecuencia en la que estamos transmitiendo permanentemente. Debemos transmutar nuestras vibraciones para emparejarlas con las vibraciones de aquellas experiencias que deseamos atraer. Si todo vibra, la experiencia que deseamos está también en un nivel de vibración. Y por naturaleza, todo lo que deseamos se encuentra en un nivel de vibración diferente al nuestro. Por eso lo deseamos. Y por lo regular está en un nivel superior de vibración. Porque por naturaleza deseamos elevar nuestras vibraciones.

Para atraer la clase de experiencias que deseamos manifestar en nuestras vidas tales como por ejemplo, salud, abundancia, éxito, prosperidad, amor, esa casa, ese auto que queremos  es necesario que vibremos, permanentemente, en la frecuencia requerida para que dichas experiencias se materialicen. Para lograr lo anterior es necesario recurrir a la imaginación. Es necesario colocarse, mental y continuamente, sintiendo con todo el cuerpo y tratando de mantener esas sensaciones, físicas y mentales, durante el resto del día. No importa si nunca hemos estado corporalmente en una experiencia similar a la que queremos atraer. Ese es el propósito de la imaginación, ubicarnos dentro de la situación deseada, hasta que el cuerpo entre en esa misma vibración de manera permanente. Y lo más importante es tratar que nada nos aparte de la sensación de que ya estamos viviendo la experiencia deseada, de que ya estamos ahí, hasta que esa vibración sustituya permanentemente la vibración actual. Cuando utilizamos la mente con este propósito, la mayor parte de nosotros ya llegó al lugar que queremos. La mente ya está ahí. Sólo falta lo más fácil. El cuerpo. Y cuando el cuerpo alcance la vibración que la mente ya ha alcanzado, la experiencia se manifestará de inmediato.

Apreciad@ visitante.

En una próxima entrada, 3er y 4º Principios Universales (3) te  sugeriré unos ejercicios sencillos de practicar para que, como yo, obtengas tus beneficios.

Hoy deseo compartir contigo la Oración del Ho´oponopono para transmutar en Luz energías indeseables.

“Divino Creador, padre, madre, hijo todos en uno…”;
“Si mi familia, mis parientes, antepasados o yo ofendimos, a tu familia, parientes y antepasados en pensamientos, palabras, hechos y acciones desde el inicio de nuestra Creación hasta el presente, nosotros te pedimos perdón…”.
“Deja que todo esto se limpie, libere y purifique; que sean cortadas de raíz todas las memorias, bloqueos, energías y vibraciones negativas; y que estas energías indeseables sean transmutadas en pura luz…”.
“Que así se haga”.

Te deseo una larga vida y sabiduría para vivirla. Que tu Sol brille siempre.

Jesús de los Ángeles Rodríguez Martínez

Fuentes: Enseñanzas de Don Kali y otras fuentes.

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