Apreciad@ visitante.
Hemos recorrido
juntos un camino en apariencia largo y posiblemente complejo y digo esto porque tal vez es tu
primer contacto con estos conocimientos.
Mi recomendación es
que leas muy detenidamente cada una de las partes en que está dividida la
gráfica de Tu Yo Divino tratando de entender lo que allí explico. Pero como
siempre si algo no comprendes, no insistas en ello. Ten la plena confianza en
que Dios, o el nombre que tú le des, que al fin de cuentas es tener la
confianza en ti, creará el momento, el tiempo y la circunstancia adecuados para
que lo logres.
Insisto, para que
quede bien claro, que Dios no está en la lámina; ésta te sirve como medio físico visible para que tu
sentimiento pueda tener un punto de apoyo y que a través de tu pensamiento
puedas unirse a Dios cuando contemplas dicha lámina.
Es conveniente, más
no imprescindible, tener la gráfica de Tu Yo Divino y que la observes porque de
la misma manera que cuando ves un cuadro estás absorbiendo las cualidades que
él contiene, del mismo modo viendo la lámina de Tu Yo Divino con tus ojos
físicos todas las células de tu cuerpo están absorbiendo la Perfección de la
Presencia que fluye de su Corazón y penetra en el tuyo.
Tómate un minuto
por día y fija tu vista en la gráfica.
Luego cierra tus ojos y haz tres respiraciones
profundas, largas y lentas (ver más abajo el ejercicio respiratorio) y visualiza la parte superior de
la lámina. La importancia de contemplarla radica en que te permite comprender
mejor tu Realidad Divina porque la relación que tienes con Dios es una
Corriente de Vida y Él es Vida.
Al contemplar la lámina de tu Yo Divino estás inhalando dentro de tu cuerpo carnal toda la Perfección
de tu propio Cuerpo Electrónico. Cuanto más lo contemples, tanto más recibirás
su Luz.
No es que todo esto sea necesario. Es conveniente nada más.
Ejercicio
respiratorio.
Puedes hacerlo parado
o sentado, y con tus piernas abiertas, pero siempre cómodamente recto, sin tensionar la espalda, de esta manera
quedas alineado con la Energía Universal.
Si te es posible, con los pies descalzos y sin
calcetines para que contactes con la Tierra. Así quedas en relación con lo
espiritual y lo terrenal.
Aspira lentamente por la nariz contando mentalmente hasta ocho
palpitaciones de tu corazón. Retén
el aliento contando mentalmente hasta cuatro segundos o contando mentalmente
hasta cuatro palpitaciones de tu corazón. Exhala el aire lentamente hasta vaciar
totalmente tus pulmones. Retén tus
pulmones vacíos durante cuatro segundos o contando mentalmente hasta cuatro
palpitaciones de tu corazón. Todo este ejercicio respiratorio hazlo tres veces
seguidas. Y a continuación:
Abre tus ojos y contempla la lámina por un minuto.
Cierra tus ojos y concéntrate en el latido de tu corazón y
siente tu sangre circular por tu cuerpo. Es nada menos que la Corriente de Vida
(Dios) circulando y llegando a cada célula de tu cuerpo.
Luego abre tus ojos y lee despacio y con todo tu sentimiento y entendiendo lo que dices lo
que se ha dado en llamar “para leer ante la Presencia “YO SOY. (Lo
encontrarás en la entrada: La Lámina YO SOY (6))
Sé perseverante y muy paciente. Respeta tu
ritmo interno o dicho de otro modo poco
a poco. Así irás absorbiendo lo que has
aprendido sobre la Presencia de Tu Yo Divino. Lo aprendido ha quedado en tu
mente; con la contemplación de la lámina lo irás integrando en tu corazón.
Te deseo una larga vida
y sabiduría para vivirla. Que tu Sol brille siempre.
Jesús de los Ángeles Rodríguez Martínez.
P.S. Como siempre
quedo a tu disposición. Si deseas preguntarme algo referido al tema y lo quieres
en forma privada puedes enviarme un e-mail a mi correo electrónico: jesutomelloso54@gmail.com que con
agrado te contestaré poniendo lo mejor de mí para satisfacer tu demanda.
Recuerda que por
preguntar no me debes abonar nada y tus preguntas quedarán en total reserva,
salvo que me indiques muy claramente lo contrario.
Dios Bendice.
Gracias. Me sirve mucho lo que has escrito sobre la lámina de Yo Soy pero...¿dónde puedo encontrarla?
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