“¿Qué tenemos que hacer”
“El que tenga dos túnicas,
que comparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo” (Lucas 3,11).
Con estas palabras Juan el Bautista responde a nuestra pregunta cada
vez que miramos la realidad actual. Realidad, por otra parte, que nos sobrepasa y no sabemos cómo concretar
nuestra respuesta.
Este predicador itinerante no
nos propone ritos sagrados como
tampoco normas o preceptos sino que nos
invita a compartir con el corazón abierto
mirando atentamente las necesidades de los
que sufren, compartiendo lo que tenemos:
ropa y comida con aquellos que no las tienen.
En un mundo donde la miseria,
las guerras, la injusticia social, los refugiados y migrantes que huyen para
morir en medio del rechazo, y otras situaciones que causan sufrimiento y
dolor, nos crea un sentimiento de solidaridad con todos ellos –hombres, mujeres
y niños- pero al mismo tiempo nos hace
sentir impotentes y es cuando nos
preguntamos: ¿qué
podemos hacer? El Bautista nos ofrece la respuesta, clara, franca,
directa: compartan sencillamente lo que
tienen con los demás.
El Papa Francisco, en su Bula de Convocación del Jubileo Extraordinario de la
Misericordia, nos dice: “Abramos
nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos
y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio. Nuestras manos
estrechen sus manos, y acerquémoslos a nosotros para que sientan el calor de
nuestra presencia, de nuestra amistad y
de la fraternidad. Que su grito se vuelva el nuestro y juntos podamos romper la
barrera de la indiferencia que suele reinar campante para esconder la hipocresía
y el egoísmo.” (Misericordiae Vultus. Francisco. 15)
Vivir la fraternidad es más simple de lo que nos puede parecer. Solo tenemos que mirar al que está a nuestro lado y descubriremos que ese
alguien
necesita algo y con
suma urgencia: un juguete, un libro, afecto en nuestro corazón para dar, cordialidad para demostrar, alegría para comunicar,
tiempo para poner a disposición, oraciones, riquezas interiores de palabra
o por escrito.
¡Ah! “Y una hermosa y sincera sonrisa siempre que podamos a todos sin excepción y en todas las circunstancias.
También a aquellos que no nos simpatizan o tal vez nos han herido o hecho algún
mal. También cuando estemos cansados o totalmente agotados. Este gesto tan
sencillo, de verdadera alegría y de amor, puede ser
también un hermoso regalo de Navidad.” (Papa Francisco)
¡Sonríe, y que tu sonrisa diga a los
demás cuánto los ama el Padre-Madre Universal!
Apreciad@ visitante
En muchos
hogares de creencias cristianas
tener un pesebre o un nacimiento y/o un árbol decorado con luces y estrellas forman parte
de las tradiciones
navideñas. También lo son los villancicos, enviar tarjetas
con frases de felicitaciones, hacer regalos, decorar la mesa y presentar los
mejores menús.
Pero esto solo es una
parte. ¿Importante? Es posible.
¿Trascendental? Ciertamente no porque si te dejas llevar solo por “las luces y colores”
propias de esta celebración habrás olvidado su verdadero significado: abrir las puertas de tu corazón al Espíritu del
Amor.
Es esta Energía Cósmica Creadora –que llega
a todos por igual, creyentes o no creyentes- la que te impulsa a mirar a través de los ojos de tu corazón para
dimensionar la importancia de dar y ayudar, de sentir y crecer
interiormente, de compartir sin
esperar nada a cambio, o sí… solamente la
alegría de tu corazón, de tu alma. Y si crees que no tienes nada que
compartir y nadie es el destinatario de tu acción permíteme sugerirte lo contrario. Tienes un corazón
para sentir y emocionar. Tienes manos
que dan y apoyan. Y lo más importante:
tienes Amor. Amor para ti; amor para los que te rodean; amor para compartir.
Sí, tienes Amor que
es la más poderosa de las herramientas.
Podrás compartir lo espiritual y lo
material pero no habrá beneficio ni para ti ni para el destinatario si no
compartes con el corazón desde la bondad y el respeto hacia ti y hacia los
demás.
Que el Espíritu de la Navidad y la Energía Cósmica del
Amor sean contigo hoy y siempre.
Jesús de los
Ángeles Rodríguez Martínez
Fuentes
slideplayer.es
Imágenes tomadas
de la web
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