El mundo
ha cambiado casi tan bruscamente que tengo la sensación de que la “cuesta
abajo” ya comenzó: la escalada de violencia es cada vez más importante: robos,
secuestros, violaciones, crímenes, maltrato de género…
La
corrupción en todos los niveles de la sociedad se ha instalado para, al
parecer, quedarse a vivir.
El cambio
climático nos afecta en mayor o menor medida a todos por igual. Las superficies
de los grandes hielos comienzan a menguar a pasos agigantados contaminando los
océanos y alterando su flora y fauna
poniendo en riesgo el alimento que de ellos podemos obtener.
Otro tanto
sucede con los sembradíos por efecto de las sequías y las inundaciones que también afectan pueblos y ciudades.
Terremotos,
incendios…
¿Y qué
decir de los deportados y de los exiliados, voluntaria o involuntariamente, con
razón o sin ella? Campamentos de refugiados que dejan de serlo para
transformarse en simples “vertederos” de seres humanos que no saben ni tienen a
dónde ir, mientras los responsables, o mejor
dicho, aquellos a quienes por nuestra comisión u omisión les hemos
otorgado la responsabilidad de bregar por nuestros más nobles intereses, aún no
han tomado una decisión al respecto.
Conseguir
un trabajo digno se ha transformado en un “milagro” cuando debería ser un
derecho. Cada día se exige más cualificación pero… o falta experiencia (¿qué
experiencia puede tener un recién titulado?) o sobrepasa la edad fijada por los
empresarios.
Niños,
jóvenes y adultos se ven obligados a
prostituirse por un plato de algo llamado comida o buscarla en los contenedores
de basura.
Y de la venta
y el consumo de estupefacientes qué puedo decir que no se sepa.
Tristeza,
amargura y dolor por los amigos que un día lo fueron y ya no lo son; por
nuestros muertos y nuestros enfermos;
por los proyectos que ya no se cumplirán.
Apreciad@
visitante
El escrito anterior bien puede ser de cualquiera
de nosotr@s y analizarlo en su todo y sus partes significativas no es el propósito de esta entrada. Si bien queda
claro que quien sienta y vea el mundo o “su realidad” desde esa perspectiva es evaluarla de forma negativa. No
niego que la realidad del momento actual está conformada por una mezcla de
todos los aspectos narrados por nuestro escritor imaginario, pero el mundo
no es un lugar sólo de sombras, de melancolía, de resignación, de desesperanza,
de tristeza y de dolor. Lo que puede estar sucediendo es que ya
nos hemos habituado, y tal vez peor aún nos hemos adaptado, a vivir en la oscuridad
y creemos, casi a pie juntillas, que no
hay otro modo de vivir en nuestro planeta. Inmersos en nuestro mundo opaco ya no despierta nuestro interés
porque ese hábitat que nos hemos
construido es para nosotros “real” y
no advertimos que ya hace tiempo que olvidamos nuestro entorno, inmediato y
mediato, que con sus más y sus menos, sigue allí, esperándonos.
Los cantos de sirenas son cautivadores, y con
esto me refiero no al mito sino a nuestras construcciones mentales que
nos hacen ver la realidad a través de un velo
sombrío que nos lleva a evitar situaciones de
plenitud; y así vamos postergando encuentros con amigos, el
compartir un café, el darnos la oportunidad de conocer a alguien y, ¿por qué
no? ampliar nuestro círculo social. Perdemos el interés por buscar un nuevo
empleo; caminar por la playa; recorrer las calles de nuestra ciudad
descubriendo rincones que por su belleza nos asombraría. La lista puede ser muy
larga, pero se puede resumir diciendo que nos hemos quedado sin proyectos de vida y poco
a poco nos vamos sumergiendo en una posible
depresión.
El ver esa realidad distorsionada no es otra
cosa que estar enfocad@s en cosas
negativas. Me pregunto qué me contaría alguien si le pido que me relatase el recuerdo que le
hace sentir
pletórico de felicidad estando en
ese estado de “su realidad”
deformada.
Posiblemente
no pueda hacerlo.
Y no puede porque está distraíd@ en sus cosas negativas cargadas de censura, de prohibiciones, juicios
y prejuicios, de los “debería”, de los “¿y si…?”, de desaprobación, protesta,
rencor, ira, recuerdos y desamor, de victimismo y condena.
Me
pregunto qué sucedería si te lo pregunto a ti.
Con todo eso guardado en tu “mochila”
y habiendo decidido ponértela en tu espalda, no me cabe duda que tu camino se hace duro, muy duro, al andar.
Como siempre es tu decisión el sufrir pero recuerda que esa actitud es una pérdida de tiempo porque es imposible
que puedas evitar experimentar dolor
a lo largo de tu vida por la muerte de tus seres queridos; por la de tu
mascota; porque te has quedado sin tu casa
o por la pérdida de tu empleo. Y sí, te has quedado sin empleo
que no es lo mismo que estar desocupado porque seguramente tienes una gran e importante ocupación: la de ti mismo. Tu aseo personal; las actividades de
tu vida diaria como el comprar los
suministros para tu alimentación y para
tu casa, y esto incluye el limpiarla; lavar
y planchar tu ropa, arreglar tu cama,
etc.
Posiblemente estás distraíd@ mirando las caricias y
el amor que hay a tu alrededor; estás distraíd@
mirando sólo las desgracias de este mundo, desgracias que siempre han estado a
lo largo de la historia; las actuales no son más que una repetición de aquellas
que por el tiempo en que sucedieron te parecen muy lejanas. Ya ves, la historia
siempre se repite o, dicho de otro modo la historia no es más que una
repetición de hechos y sucesos.
No estás desocupad@ porque en realidad ocupas tu tiempo en
darle vueltas y más vueltas a la “culpa”.
El que la cargues o no da igual. Lo que
verdaderamente importa es el modo en que la afrontas.
El dolor (emocional) no es lo mismo que el sufrimiento.
El primero es una única sensación.
El segundo es un conjunto
de emociones y pensamientos que se entrelazan y adquieren más intensidad y
duración que el dolor.
Veamos un ejemplo
El dolor surge ante la pérdida de un ser querido.
Está acompañado por una profunda tristeza. En el dolor hay una sola sensación.
El sufrimiento es cuando dicha tristeza se
prolonga por varios años y puede durar indefinidamente; generalmente están
involucrados otros sentimientos como el de enfado, desesperanza, inseguridad, etc., y
pensamientos tales como: “¿por qué a
mí?”, “no me lo merezco”, “es injusto”, etc.
Para que lo entiendas mejor, el dolor
es el paso por un lugar no deseado. El
sufrimiento
es armar una carpa y quedarse a vivir
en ese lugar indeseable.
Estás sentad@ detrás de la ventana de tu sala de
estar viendo cómo los demás, ahí fuera, en la calle, van y vienen. Se cruzan. Algunos
conversan entre sí; otros se abrazan, otros más sonríen y algunos lloran. Pero
todos ellos ¡viven! ¿Estás distraíd@
mirando cómo la vida discurre allá afuera o
estás deprimid@?
¿Estás triste, nostálgic@, melancólic@? ¿Tal vez deprimid@?
¿Cómo saberlo si no estoy dentro de ti? Sólo
puedo sugerirte que no dudes en consultar con un especialista, psicólogo o
psiquiatra, y lo hago porque estoy convencido que tú eres VALIOS@. Sí, así con mayúscula
porque tú vales más que una mera distracción o una auténtica
depresión.
A continuación te invito a leer lo que dijo el
escritor Facundo Cabral1
desde una perspectiva poética sobre el tema que hoy nos ocupa: la depresión
versus la distracción.
A lo largo del relato, dicho escritor nos habla
de todo aquello que se nos escapa; del
desapego; de gozar de la naturaleza; de la felicidad sencilla; del servicio y
entrega a los demás; de la esperanza; la lucha; de rodearnos de las personas
adecuadas y de poder volver a darle sentido a nuestra existencia sólo a través
del amor y la contemplación. De que nada
es tan realmente importante si estás viviendo.
1 Cantautor
argentino, inspirado e inspirador,
escritor del texto “No estás deprimido, estás distraído”, falleció el 9 de junio de 2011 víctima de un
atentado en la ciudad de Guatemala.
Te
deseo una larga Vida y Sabiduría para Vivirla. Que tu Sol brille siempre.
Jesús de los Ángeles Rodríguez Martínez
Fuentes
Imágenes
tomadas de la web
Hola guapo, me encanta tu blog. Muchos besotes y que sepas que te quiero mucho muack muack
ResponderEliminarHola súper guapo. Gracias por darte un paseíllo por mi blog que también es el tuyo y el de tod@s. Muakkkkkssssss. Yo también TKMSÍMOOOOO.
EliminarHola guapo. Ánimo pequeño pernss. Muy bonito blog. Muack TQM
ResponderEliminarHola súper guapo. Gracias: por el ánimo que me das. Gracias por tu elogio. Gracias por quererme. Gracias por leer las entradas que son tuyas y la de todos. Gracias por dejar un comentario.
EliminarMuakkkkkkssssssss. Yo también TKMSIMOOOOOOOOO
Besotes para ti