sábado, 1 de diciembre de 2012

Una historia basada en un hecho real

¿Quién voy a ser mañana?
Poema sobre la muerte, Dios  y el SIDA
Juan Carlos Alecsovich

Apreciad@ visitante.

Hoy, 1 de diciembre, se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA y si bien esto es importante, no deja de preocuparme tanto la pandemia en sí misma como lo difícil de enfrentar a una sociedad desinformada que aún no entiende lo que esto significa.

Buscado o encontrado el VIH/SIDA es una realidad en la que no cabe el “por algo será”. Persistir en ello sería  como “seguir llorando por la comida que se quemó”.
Si tu pensamiento ante un enfermo de VIH/SIDA sigue siendo “por algo será” te invito a que lo cambies por el “sigo haciendo algo”  o “comienzo a hacer” y esto tal vez signifique lo más elemental: pre-ve-nir-te.

¿Prevenir-te de qué? De juzgar y de discriminar a los enfermos y seropositivos; de seguir creyendo que el VIH/SIDA es un castigo divino; de ignorar lo más sencillo: que VIH no es lo mismo que SIDA;  de evitar el diálogo con tu familia; de tomar medidas tales como  sexo protegido, no compartir tus elementos de higiene dental ni maquinillas de afeitar, sólo por citar algunas.
Mi lista podría ser muy extensa.

¿Prevenir-te de qué? De lo más elemental…de tu ignorancia y de tu miedo sólo ante la mención de estas siglas, que van más allá de ser eso: siglas.

Y si eres tú quien está atravesando el camino de esta enfermedad…no la niegues, enfréntate a ella con todo tu valor,  con toda tu determinación, con todo tu amor. Siempre hay algo por hacer, siempre hay un mañana esperanzador.

Confía en tu familia, en tus amig@s, confía en ti.

Si bien es real que llegará el momento en que sólo desaparecerás físicamente, no es menos cierto que hasta que ese instante llegue, el/la  únic@ responsable de la calidad de tu vida eres tú.

Enferm@ o no de ésta o de cualquier otra dolencia física, psíquica o espiritual sigues siendo importante para mí.

Con todo mi afecto

Jesús de los Ángeles Rodríguez Martínez

Una historia real

Juan Carlos Alecsovich, en noviembre de 1994, tuvo un accidente doméstico sufriendo una lesión en su codo izquierdo que requirió cuatro puntos de sutura, presentando, además, una inflamación desproporcionada en el brazo lesionado, por lo que su médico le solicitó un test de VIH aun cuando el paciente le aseguraba no ser promiscuo, no tener relaciones extra maritales ni ser drogadicto.

La noche anterior a los resultados del test Juan tuvo miedo y preocupación. Miedo a lo que su familia pudiera pensar de él. Preocupación porque hasta ese momento no sólo había ignorado a los enfermos de SIDA sino que también los había juzgado. 

Esa noche bajo una óptica diferente Juan Carlos escribió un poema que tituló “Si volviera a Vivir”  que dedicó a “esta Humanidad enferma de Sida, con el arrepentimiento y el amor de ´Juan¨.

“Si volviera a vivir”
Si volviera a vivir, si eso fuera posible,
gozaría más de la Vida.
Dejaría para después de la Muerte
lo que hubiera después de la Muerte.
Dejaría que Dios se ocupara de las cosas
que son de su incumbencia
y buscaría la forma
de integrarme a su Obra
desde dentro de ella.
Si volviera a vivir le daría a mis ideas
 la importancia que tienen
entre tantos millones de soles
que se queman inexorablemente…
Usaría sin culpas el don del albedrío
para aceptar las cosas, así, tan simplemente
como son en sí mismas, reconociendo el Orden
de un Orden que supera mi razón,
sus razones, sus predecibles usos,
sus previsibles miedos, su envoltura de carne,
su intrascendente intento de una supervivencia
que le otorgue dominio sobre el poder del Tiempo.
Si volviera a vivir, si eso fuera posible,
viajaría hacia adentro de mí, donde estoy confinado,
estremecido y solo, en esta irrepetible aventura de estar vivo,
en la que sé que muero porque sería una piedra
si algo me hiciera eterno.
Si volviera a vivir, no construiría más templos;
no endiosaría mis miedos;
volvería a la sencilla ceremonia secreta
de saber que estar vivo
es sólo una manera de estar
 y, quizá el único don que no asumimos hasta que estamos solos,
abandonados, débiles, al margen
de todo eso que fue la presuntuosa visión antropocéntrica
que me trajo a este instante del Cosmos y mi cuerpo…
Si soy, como creía, su Verdadera Imagen,
Dios, para ser mi imagen,
¡debería tener SIDA! 
“Nada deshumaniza tanto a los Hombres
como esa estúpida sed de eternidad que los corrompe;
convirtamos a Dios en Dios de Vida,
 amando, a los que viven. ¡Todavía!”
“Juan Carlos Alecsovich –Escritor, 73 años, tres  hijos, ocho nietos, casi, casi inmortal gracias a ellos y a la Vida”.

NOTA
El resultado del test dio negativo pero Juan consideró que toda la noche estuvo con Sida. Su brazo se desinflamó, su vida retornó a la normalidad, pero el día mundial del Sida, hizo trescientas copias de su poema, firmado solamente son su nombre: Juan, y los repartió, por la calle, doblados en cuatro, a cuanta persona se le cruzó.

*Juan Carlos Alecsovich vive en Bahía Blanca – Provincia de Buenos Aires, Argentina y es Presidente de HOY por MAÑANA , centro de Prevención de la Desnutrición Infantil y el Voluntariado Relacionador  Social “Irena Sendler”, Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, Argentina.

Juan Carlos Alecsovich - Argentina | LinkedIn

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