Estamos ya a las puertas
de despedir el año actual y dar la bienvenida al nuevo año.
Los medios de
comunicación, a los que se le suman las redes sociales, hacen un recuento de lo
que consideran lo “más destacado del año”. Así tenemos por un lado: desastres
naturales, desafíos económicos, desahucios, hambruna, desempleo, violencia de
género, suicidios, homicidios… y la lista podría continuar. Y por el otro:
personas anónimas y otras no tanto, asociaciones, agrupaciones, organizaciones,
voluntariados, etcétera, que en este
momento siguen sumándose a una red solidaria por los desfavorecidos, como los inmigrantes, las
minorías étnicas, la discriminación, el racismo y la exclusión por motivos
étnicos, religiosos, nacionales, raciales, de género, sexuales, mujeres con carga, hombres
maltratados, los jóvenes que ni trabajan ni estudian, los
parados, los jubilados…
Si colocáramos en unos
platillos de una balanza estos “grupos” de informes tan opuestos me pregunto: ¿hacia dónde se inclinaría la
balanza? Aparentemente hacia el platillo de vibración más baja. Pero como sigo
creyendo en lo más noble del ser humano
y porque así lo ha demostrado a lo largo
de la historia, es que para mí, mi balanza se inclina hacia el platillo donde
están aquellos que día a día trabajan
por un mundo más armónico dejando aflorar lo que es natural al hombre que le
ayuda a realizarse y a mejorar la sociedad.
Lo que es natural al
hombre… ¿Aún no lo sabes? Posiblemente sea así porque de algún modo se nos ha
condicionado a ver y apreciar lo grande, lo majestuoso, y de esa manera hemos
aprendido a ver el océano sin mirar el
agua, esa minúscula gota grandiosa en su sencillez.
Ya has visto y mirado.
Atrévete a dar un paso más y contempla-te.
Ahora sí. Ya has logrado
el propósito y has descubierto que las noticias no te conmueven por su
contenido sino por su mensaje: el hombre (y eso nos compete a ti y a mi) se
realiza siendo solidario en su actuar diario. Y es a través de la solidaridad
que encontraremos el modo de experimentar-nos para seguir avanzando en nuestro
crecimiento personal, evolución en la cual estás acompañado pero que deberás
hacerla solo. Y esto es así porque la decisión final y sus consecuencias
asumidas son personales.
Ahora, si hicieras un
repaso de este año en tu vida ¿qué aparecería en tu lista? ¿Qué acontecimientos
importantes experimentaste? No tengas temor de incluir tus dificultades y
decepciones porque ellas te dan la fuerza para salir airoso aprendiendo nuevas
y valiosas lecciones. No cuentes aquello
que te falta sino lo que tienes y acuérdate también de considerar todas las
formas en que Dios, el Ser, la Divinidad o como tú desees llamarlo, estuvo
contigo.
Deja a un lado, aunque
sea por un instante, las absurdas diferencias que inútilmente te separan. En el
fondo de tu corazón sabes que, al fin de
cuentas, construir muros sólo sirve para
separar-te. Por el contrario, sé constructor de puentes que te permiten ir
hacia la otra orilla y… también volver.
Por un instante abre tu
mente y tu corazón…
Al AMOR: dejando que éste enfríe el acaloramiento de
tus disputas y que sea él quien ponga un toque de la espiritualidad en la
ejecución de todos tus actos.
A la CARIDAD:
para que te conduzca ante la presencia de los más necesitados, y uniéndote en
sentimiento a ellos, te haga vislumbrar la más firme base de progreso y
entrega.
A la PAZ:
para que reine en tu hogar y en el de
todos; así te permitirás ser feliz
viviéndola, experimentándola y cuidándola y darás la oportunidad a otros, para
que, viéndose en ti, sean también instrumentos del Amor, la Caridad y la
Paz.
Escribiendo estas líneas viene a mi memoria una canción
(una de mis preferidas) que comparto contigo, y cuya letra traducida te dejo abajo, y con ella
me despido de ti por este año agradeciéndote,
desde lo más profundo de mi corazón, que me hayas seguido en estos meses.
Por un tiempo, que no
puedo precisar, estaré ausente. Un retiro voluntario que creo conveniente por
dos grandes razones y ambas importantes. Una de ellas: para que, si lo crees
conveniente, vuelvas a leer detenidamente sobre lo que más te ha hecho vibrar.
Si es así, seguramente, esa o esas entradas,
son portadoras de un mensaje, una lección que, a través de la reflexión,
lograrás entender. Pero a mí no me creas. Cree en tu corazón, déjate guiar por
él. De seguro él no se equivoca.
El segundo motivo de mi
ausencia temporal es para renovar mis
fuerzas y continuar con mi cometido, del mejor modo que sé y puedo, cual es aportarte unas perlas de mis conocimientos para tu crecimiento y si te es
válido, también mi experiencia. Sé que ésta es intransferible pero creo que
puede ayudarte a la hora de desandar tu camino.
Permíteme también
agradecer a Google, a You Tube y a todos
aquellos que suben imágenes, a los autores de los textos, a los editores, a los blogueros y a los
autores anónimos cuyas obras iconográficas e iconológicas he usado en mi blog
que es también el de todos. Sin ellos mi tarea habría sido mucho más laboriosa.
Y a todos que de manera directa o indirecta han contribuido con sus enseñanzas
y sus ejemplos de vida animándome a continuar el viaje mágico del descubrirme
para realizar la tarea más hermosa de mi vida cual es la búsqueda incesante de
superarme día a día.
Y a todos:
¡Hasta pronto!
¡Feliz Año 2013!
Les deseo
una larga vida y sabiduría para vivirla. Que vuestro Sol brille siempre
Jesús de los Ángeles Rodríguez Martínez
Letra: Wonderful World
Un Mundo Maravilloso de Louis Amstrong
Un Mundo Maravilloso de Louis Amstrong
Veo árboles verdes, también rosas rojas.
Las veo florecer por mí y por ti.
Y me digo a mi mismo, que mundo tan maravilloso.
Veo los cielos azules y las nubes blancas,
El bendito día brillante y la sagrada noche oscura.
Y me digo a mi mismo, que mundo tan maravilloso.
Los colores del arco iris tan bonitos en el cielo
Están también en los rostros de la gente que pasa.
Veo amigos dándose un apretón de manos, diciendo ¿cómo estás?
En realidad están diciendo ¿te amo?
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
Escucho a los bebés llorando, los veo crecer.
Están aprendiendo más de lo que se imaginan.
Y me digo a mi mismo, que mundo tan maravilloso.
Sí, me digo a mi mismo, que mundo tan maravilloso.