¿Te ha sucedido alguna vez que sientes que cuando
más te empeñas en “aclarar” algo ese algo más se “oscurece”? Sí, estás leyendo
bien. Él se oscurece a sí mismo. Pues eso me pasó a mí.
Desde hace varios días estuve dedicado a tratar de
dar forma comprensible a las antiguas Leyes
o Principios Universales pero a pesar de mi empeño, todo dentro de mí era
un caos. Esto en mí se traduce en un ¡Alto! Y por experiencia se que debo
quedarme en total quietud. Porque sé que la respuesta está en camino y me llega
“por avenidas que ni sueño”. Hoy, martes 14 de agosto de 2012 y siendo
las horas 19:35 y buscando en Internet temas de reflexión, la respuesta
apareció ante mis ojos. Doy gracias al Universo por ello.
He aquí lo que encontré y comparto contigo.
“Si
sembramos lechugas no podemos recoger tomates, va contra las leyes de la
naturaleza. Si con nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestras
acciones y nuestra palabra sembramos negatividad, no podemos recoger una vida
positiva, feliz y armoniosa, va contra las leyes de la naturaleza, así de
simple y así de exacto”
Manuel
Esteban Bernabé Cañadas
Las Leyes o Principios
Universales fueron revelados allá por el año 2000 A.C. por Hermes quien observó
y redactó dichas leyes naturales. Este conjunto de enseñanzas fueron agrupadas
en un libro llamado “El Kybalión”.
El universo, la vida, la
naturaleza, o como deseemos calificarlos, tiene un orden, unas leyes o
principios; que se conozcan o no, siempre van a estar presentes y en perfecto
funcionamiento. Seamos quien seamos, vivamos donde vivamos, tengamos lo que
tengamos, ocupemos la posición social que ocupemos, siempre van a actuar en
nuestro favor o en nuestra contra, según actuemos conforme o contario a ellas.
Cuando actuamos a favor de ellas, las situaciones
positivas se nos suceden con facilidad y es cuando decimos que somos “felices”. Pero cuando actuamos en contra de ellas tenemos el
sentimiento de “infelicidad”, de que
algo no va bien, de estancamiento, a tal punto de que sentimos que no
avanzamos; ante cualquier objetivo que nos planteamos sentimos miedo; el
avanzar día a día es un profundo pesar y no encontramos ni un resquicio de luz.
Es en este momento
cuando sufrimos, y nos regodeamos, una y
otra vez, en el sufrimiento; lo pregonamos a boca llena ya que nos sentimos
atrapados en una espiral de sentimientos negativos y de infortunios, que por
supuesto nos hacen mal.
Para ir a favor de estas
Leyes hay que conocerlas, y este es
el objetivo de estas palabras. Este conocimiento es el que nos hará libre,
dejaremos de victimizarnos, seremos
nosotros mismos los creadores conscientes de nuestra vida, tomaremos
nosotros nuestro timón.
El fundamento de toda
ciencia está en los principios sobre los que se basa, con este conocimiento
puedes conocer los principios del funcionamiento sobre cómo se crea tu vida.
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