Todo deseo, aspiración o anhelo es una llamada del yo
personal al Intimo “YO SOY”. Es Su
Voluntad que quiere manifestarse en lo externo.
Cuando el hombre pide debe comprender que el “YO” externo es el que llama a “YO SOY DIOS INTIMO”, quien gobierna la
sustancia y la energía para que decrete su expresión.
“YO SOY”
es
la Poderos e Infinita Presencia de Dios en Acción, que tiene en su poder todos
los principios de vida y actividad en el mundo y en cada ser. De su poderosa
esencia nos llega todo lo que es. Es la Omnipotencia (poder infinito) de la
Vida; es la Onmipresencia (presencia simultánea en todas partes) de la Luz, es
Dios en acción que gobierna y guía las mentes humanas hacia la Verdad y
Justicia.
Dios es Vida y la Vida es Amor, Paz, Armonía y Bienestar. A
ella no le interesa quien la use; es como el sol que alumbra al bueno y al
malo, al lobo y al cordero, “YO SOY”
es la misma vida activa y cuando un hombre dice “YO SOY”, hace vibrar todo el poder de la vida y abre la puerta a su
efluvio y flujo naturales, porque “YO SOY”
es la Plena Actividad de Dios y por tal motivo, nunca jamás, el hombre debe
consentir que su pensamiento coloque una negatividad a “YO SOY” o entorpecer la actividad de Esa Vida como cuando dice “yo no puedo”, “ya estoy aniquilado”, “yo
no soy feliz”, etc., porque con estas afirmaciones inutiliza la energía de Dios
que está en sí mismo y en su mundo.
Debemos saber que al decir “YO SOY” estamos invocando la acción de Dios en nosotros y en
nuestra vida, y de esta manera abrimos la puerta a la poderosa Inteligencia
para expresar en el mundo externo. Para esto es necesario calmarse tomando
asiento calmando el “Yo externo”. Esto
nos abastecerá de la Energía, cada vez que la necesitamos.
No se debe poner atención sobre una cosa que no queremos. El
sentimiento alegre es más eficaz que todos los esfuerzos desesperados y
tristes, porque alegría significa amor y el amor es la libertad de Dios que se
manifiesta en todo.
Todo ser humano desea la perfección, la hermosura y la
abundancia, esto demuestra que “YO SOY” al querer expresar estos atributos
enciende el deseo en la mente y el corazón del hombre, para que éste le sirva
de instrumento de manifestaciones. Si el ser humano permite a la “Presencia YO SOY”, que está en él, que actúe
conscientemente, ella influirá sobre el cuerpo haciéndolo más puro y perfecto;
más bello y armónico.
Todo ser humano puede entrar al Reino de “YO SOY” y pedir
que su voluntad sea hecha, así en el
cielo más elevado del ser como en la tierra más densa del cuerpo físico. A esto se refiere la sabia afirmación Bíblica: “Quedaos tranquilos y sabed que YO SOY DIOS”,
es decir, hay que calmar la mente para que “YO
SOY” actúe con su poder dinámico en la vida de cada uno. Esto confirma que
cada forma externa no es más que la vestidura de YO SOY, que usó y usa para expresarse en el océano en que el
ser humano se había y se ha sumergido.
Apreciad@
visitante, te deseo que en y de esta lectura encuentres la sabiduría para vivir
tu vida. Que tu Sol brille siempre.
Jesús
de los Ángeles Rodríguez Martínez.