martes, 5 de enero de 2016

TRADICONES 7. EPIFANÍA

Historia que contar a los niños cuando preguntan sobre los Reyes Magos


Cuando el Niño Dios nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:

- ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían.

- ¡Oh, sí! –exclamó Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo.

Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría, comentó:

- Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. ¡Pero sería tan bonito!

Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento, sonrío y la voz de Dios se escuchó en el Portal:

-Sois muy buenos, queridos Reyes, y os agradezco vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?

-¡Oh, Señor! –dijeron los tres Reyes postrándose de rodillas. Necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero no podemos tener tantos pajes. No existen tantos.

- No os preocupéis por eso –dijo Dios-. Yo os voy a dar, no uno sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo.

- ¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible? –dijeron a la vez los tres Reyes con cara de sorpresa y admiración.

- Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben querer mucho a los niños? –preguntó Dios.

- Sí, claro, eso es fundamental, asintieron los tres Reyes.

- Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los niños?

- Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje, respondieron cada vez más entusiasmados los tres.

- Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca mejor que sus propios padres?

Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que Dios estaba planeando, cuando la voz de nuevo se volvió a oír:

-Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes de oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, YO, ordeno que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen.

También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia y a partir de entonces, en todas las Navidades, los niños harán también regalos a sus padres en prueba de cariño. Y, alrededor del Belén, recordarán que gracias a los Tres Reyes Magos todos son más felices.




  

Apreciad@ visitante.
Te invito a comentar en familia esta educativa historia.

Te deseo un Feliz Día de Magia

¡Feliz Epifanía!

Y hasta que nos volvamos a encontrar en este nuestro espacio que el Padre-Madre Universal “te sostenga suavemente en la palma de sus Manos.”

Jesús de los Ángeles Rodríguez Martínez

P.D: Gracias querida amiga M.D.C. por tu participación en nuestro espacio al haberme regalado este texto para compartirlo libremente con todos nosotros. 


Fuentes:
Foto de mi autoría.
Nacimiento: idea y realización de mi autoría con la colaboración de mi suegra y de  mi pareja.
www.youtube.com LOS REYES MAGOS al piano Ariel Ramirez

lunes, 4 de enero de 2016

TRADICIONES 6. EL CUARTO REY MAGO






Se dice que un rey muy rico, poderoso e inteligente vivía  en  un hermoso país. Una noche vio una estrella que, para la creencia de él y según la tradición, anunciaba el nacimiento de un Rey; el Rey de Reyes. Inmediatamente salió de viaje siguiendo la estrella hasta donde fuese necesario. Para el viaje se llevó una tela de seda, un manto de piel, una bolsa llena de oro y perlas, un tarro de miel y su mejor caballo. En su camino se encontró con otros tres reyes que buscaban lo mismo que él pero estos no quisieron acompañarlo y se quedó solo. Y mientras desandaba el camino siguiendo la estrella vivió una serie de situaciones que le llevaron a desprenderse de todas sus posesiones; él mismo fue hecho prisionero durante 30 años.

Pero la estrella seguía brillando y él la miraba y siempre seguía detrás de ella, aunque ya no le quedan ni medios ni fuerzas para caminar.

Hasta que un día entró en una ciudad justo en el momento en que crucificaban a tres hombres. Para su sorpresa la estrella se posó en el hombre que estaba crucificado en medio. En ese momento, un rayo de la estrella se le introdujo en su corazón y comprendió que el Niño al que había salido a buscar era Aquel que estaba allí crucificado. Se llenó de alegría y llorando corrió hacia la cruz y se abrazó a ella.

Por fin, después de 33 años de búsqueda, de tantas penas y vicisitudes encontró y conoció a la persona que  había estado buscando durante tanto tiempo.


Apreciad@ visitante.

Como has leído, el rey de este cuento buscó por muchos años al Rey que finalmente encontró. Largo fue su peregrinar que no estuvo libre de acontecimientos que le llevaron a desprenderse  de todas sus riquezas, por Amor a sus semejantes, con que un día partió para ofrendarlas al Rey de Reyes,. No pudo ser acompañado por sus pares, tuvo que peregrinar solo. Hasta se desprendió de su esperanza de encontrar a su Rey, pero  fue fiel a la Luz que llevaba en su corazón, aquella que le daba la claridad de saber lo que buscaba.

Como en este cuento, tal vez tú también, al igual que este rey vives buscando.  ¿Pero tu corazón verdaderamente  sabe lo que buscas? ¿O eres como aquellos que por no saber lo que busca no entiende lo que encuentra?  Si es así no te afanes en encontrar porque es casi seguro que no encontrarás nada. Ahora, si lo que buscas está en tu corazón más tarde o más temprano, pero siempre en el momento justo y oportuno para ti, lo encontrarás. Mientras tanto, es posible, que aparezcan “circunstancias” que en “apariencia” te alejan y te retardan de lo que buscas y más aún, crees que has “fracasado”. Déjame decirte que el fracaso, como tú lo llamas no existe. Como dijo T. A. Edison: Muchos de los fracasos en la vida los experimentan personas que no se dan cuenta cuán cerca estuvieron del éxito  porque decidieron darse por vencidos.

Ya ves, el rey de este cuento jamás se dio por vencido, tenía muy claro dentro de él lo que buscaba y para ello no  ahorró  ni fatigas ni trabajo.
Por otro lado, esas “circunstancias” que en “apariencia” te alejan y te retardan de lo que buscas en realidad son señales que contribuyen a tu crecimiento personal. El que tú lo puedas interpretar sólo depende de cuán atento estés a esas señales y descubrir su verdadero mensaje. Y así, un día te encuentras con que has hallado aquello que tu corazón buscaba.




Te deseo un Feliz Día de Magia

Jesús de los Ángeles Rodríguez Martínez

Fuentes
Imagen tomada de la Web.